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Como continuación del desayuno en Eficiencia Energética en instalaciones deportivas realizado con las juntas directivas de INDESCAT, Gestiona, la Asociación Empresarial de Clubes de Natación de Cataluña y del Clúster de la Energía Eficiente de Cataluña y el Clúster de la Bioenergía de Cataluña, celebrado el pasado día 4 de octubre de 2022, el INDESCAT, el lunes 12 de diciembre, en sesión virtual presentó algunas de las conclusiones de la sesión.
Como reflejan estas conclusiones, las instalaciones deportivas han triplicado el consumo energético en el último año, lo que es aún más preocupante en aquellas instalaciones que tienen piscina o zona de aguas. Este consumo es aún más relevante en aquellas instalaciones más antiguas y, por tanto, menos eficientes energéticamente.

El sobrecoste energético es de 300.000 €/media por instalación en el último año. Se estima en 13M€ en Barcelona y 60M€ en Cataluña. Este incremento cuestiona la viabilidad económica de muchas instalaciones deportivas. Se deben tomar medidas a fin de evitar el cierre de centros deportivos.

Entre los diferentes retos del sector para afrontar la presente situación se desprenden unos generales: Reducir el consumo y gasto energético, Reducir la dependencia de los combustibles fósiles (gas natural, principalmente) suministrados por terceros y Priorizar la eficiencia energética y la energía renovable. Y unos retos más concretos:

• Encontrar medidas concretas para reducir nuestro consumo energético (gas y electricidad) sin que esta reducción afecte al servicio.
• Identificar la viabilidad de todas las fórmulas de autogeneración (fotovoltaica, geotermia, otras, etc.) o de generación renovable (biomasa, etc.). Acelerar el paso hacia energías renovables.
• Conocer fuentes posibles de ayudas económicas para implementar estas medidas.
• Conocer la evolución de los precios de la energía a corto-medio-largo plazo.

Se comparte que las soluciones a los retos existentes pasan por tratar de reducir los consumos existentes, implementar biomasa para cubrir las necesidades térmicas si se dispone del espacio adecuado (pues puede cubrir el 100% de las necesidades de calor y para calentar agua) y placas fotovoltaicas (para generar energía eléctrica, pero no como energía térmica para calentar agua).

Dado el contexto geopolítico actual, se constata que el problema es supraautonómico. A su vez, es consecuencia de no haber implementado las medidas adecuadas en los últimos 30 años, tanto por parte de la administración como a menudo también por parte de las propias instalaciones.

Siendo conscientes del elevado precio de la energía, la clave pasa por ir incorporando diferentes sistemas a las instalaciones que las hagan resilientes y tener la capacidad de combinarlos. Sin embargo, se coincide en que no es sencillo poder aplicar esta combinación de sistemas, ya que suponen una gran inversión en un momento en que todavía no se ha recuperado la totalidad de los abonados en los centros deportivos después de la Covid-19 y del consecuente endeudamiento de los gestores.

Pese a la dificultad del momento, se pone de manifiesto que es necesario tomar medidas e invertir en nuevas tecnologías si se quiere hacer frente al reto existente. Se considera el hándicap que muchas veces no se pueden realizar grandes inversiones, pues la titularidad de la instalación es municipal y la concesión por períodos cortos no permite amortizar esta inversión. La envolvente (fachada y cubiertas del edificio) sería un claro ejemplo en este sentido y una mejora necesaria.

Aunque a priori la biomasa contribuye a reducir el coste energético, el precio del pellet como biocombutible también se ha visto incrementado en los últimos años (de 270€/Tm. a 450€/Tm). En este sentido, debe considerarse que la astilla forestal tiene un coste mucho más económico que el pellet (aproximadamente la mitad) y es muy competitivo respecto al del gas natural. Sin embargo, su almacenamiento y acceso requiere disponer de un espacio superior que el pellet (lo que es aún más complejo en el área metropolitana).

Actualmente, más de un centenar de instalaciones deportivas utilizan biomasa. Si las condiciones lo permiten, es a menudo una de las principales soluciones para rebajar los costes energéticos de las instalaciones y hacerlas competitivas, especialmente si se considera el actual precio elevado del gas. Los períodos de amortización son bajos, entre 2 y 5 años, especialmente por la existencia de ayudas en vigor que hacen reducir el coste.

En cuanto a la fotovoltaica, a pesar de cubrir sólo un porcentaje del total del consumo eléctrico (se menciona un 10% pero puede alcanzar porcentajes más elevados), es una medida a implementar, especialmente por el tipo de territorio y clima en el que vivimos y la coincidencia entre los momentos de mayor uso de la instalación y el ciclo solar.

Se pone sobre la mesa la necesidad de recuperar el impulso de la compra agregada entre diversas instalaciones, a pesar de la dificultad que suponen los plazos de los contratos existentes y las casuísticas y necesidades de las distintas empresas. Una buena opción sería la compra agregada conjunta en cuanto al producto, pero realizar el tratamiento de manera individualizada, pues no todo el mundo es igual de bien pagador. Es clave conocer muy bien cuáles son las condiciones de contratación, pues a menudo se desconocen.

Dada la incertidumbre del contexto actual y de la gravedad existente, no puede pensarse en el corto plazo, sino que debe apostarse por el largo plazo. Con el conflicto ruso actual, se prevé una evolución de precios de energía alcista durante los próximos 2-3 años. No se prevé reducción a corto/medio plazo, pero tampoco puede estimarse cuál será la evolución de precios. Por tanto, es esencial tomar medidas para evitar el cierre de instalaciones que han dejado de ser viables económicamente.

Lo primero que debe hacerse es priorizar la eficiencia energética y la energía renovable. En este sentido, las auditorías energéticas son una herramienta clave a poner en valor. Éstas deben ayudar a saber exactamente cuál es la diagnosis actual de la instalación, en la que se puede mejorar y qué actuaciones deben priorizarse.

Actualmente, más de un centenar de instalaciones deportivas utilizan biomasa. Si las condiciones lo permiten, es a menudo una de las principales soluciones para rebajar los costes energéticos de las instalaciones y hacerlas competitivas, especialmente si se considera el actual precio elevado del gas. Los períodos de amortización son bajos, entre 2 y 5 años, especialmente por la existencia de ayudas en vigor que hacen reducir el coste.

En cuanto a la fotovoltaica, a pesar de cubrir sólo un porcentaje del total del consumo eléctrico (se menciona un 10% pero puede alcanzar porcentajes más elevados), es una medida a implementar, especialmente por el tipo de territorio y clima en el que vivimos y la coincidencia entre los momentos de mayor uso de la instalación y el ciclo solar.

Se pone sobre la mesa la necesidad de recuperar el impulso de la compra agregada entre diversas instalaciones, a pesar de la dificultad que suponen los plazos de los contratos existentes y las casuísticas y necesidades de las distintas empresas. Una buena opción sería la compra agregada conjunta en cuanto al producto, pero realizar el tratamiento de manera individualizada, pues no todo el mundo es igual de bien pagador. Es clave conocer muy bien cuáles son las condiciones de contratación, pues a menudo se desconocen.

Dada la incertidumbre del contexto actual y de la gravedad existente, no puede pensarse en el corto plazo, sino que debe apostarse por el largo plazo. Con el conflicto ruso actual, se prevé una evolución de precios de energía alcista durante los próximos 2-3 años. No se prevé reducción a corto/medio plazo, pero tampoco puede estimarse cuál será la evolución de precios. Por tanto, es esencial tomar medidas para evitar el cierre de instalaciones que han dejado de ser viables económicamente.

Lo primero que debe hacerse es priorizar la eficiencia energética y la energía renovable. En este sentido, las auditorías energéticas son una herramienta clave a poner en valor. Éstas deben ayudar a saber exactamente cuál es la diagnosis actual de la instalación, en la que se puede mejorar y qué actuaciones deben priorizarse.

A su vez, es necesaria más formación entre los responsables técnicos de las instalaciones porque muchas veces no se están aplicando buenas prácticas que reducirían los consumos y que no requieren grandes inversiones. A menudo poseen los conocimientos, pero no específicos para el sector deportivo.
También es necesaria formación para los gestores que intervienen en la toma de decisiones y en posibles inversiones. En este sentido existen varios ejemplos ya en funcionamiento:
• El CEEC ofrece, en colaboración con la Salle, una formación específica dirigida a responsables de áreas, y que es complementaria al Curso EFISport que impulsan conjuntamente INDESCAT y el CEEC y que se dirige a gestores de instalaciones. El CEEC podría ofrecer condiciones preferentes a los socios de INDESCAT.
• El clúster Bionenergia de Catalunya está ejecutando el proyecto Esport pel Clima, que engloba acciones formativas y de sensibilización, y que está enfocado al diagnóstico y acompañamiento en la instalación de calderas de biomasa en las instalaciones deportivas de Catalunya para tal mejorar su competitividad y sostenibilidad.
Entre las medidas que se mencionan para reducir el gasto energético, y siempre partiendo de que la mejor acción en eficiencia energética es ese kW. que no se consume, destacamos:

• Mejora del control de cualquier consumo energético (qué consumimos y cuándo) mediante programas de monitorización de gestión energética.
• Mejora de la envolvente
• Instalación de equipos más eficientes
• Recuperación de calor
• Aprovechamiento de energías residuales (agua caliente sanitaria)
• Instalación de calderas de biomasa y redes de calor
• Equipos de deshumectación en piscinas que aprovechan la recuperación de calor y energía residual.
• Alumbrado LED
• Aerotermia, que reaprovecha la energía residual
• Geotermia. Se basa en bomba de calor y tiene un gran rendimiento pero tiene el inconveniente de la superficie que necesitan los pozos y requiere una gran inversión.

Posteriormente, Lluís Morer, Jefe de Área de eficiencia energética del ICAEN y Francesc Vidal, Jefe de Área de Energías Renovables del ICAEN, compartió las convocatorias existentes de subvenciones de eficiencia energética y de energías renovables .

Actualmente hay abiertas líneas de subvenciones como el "Programa de ayudas a la rehabilitación energética de edificios en municipios de reto demográfico - PREE 5000- Real Decreto 691/2021, para municipios de hasta 5.000 habitantes. También existe la línea de ayudas para la ejecución de los programas de incentivos para la implantación de energías renovables térmicas en diferentes sectores de la economía, en el marco del Plan de Recuperación, Transformación y Resiliencia (Real Decreto 1124/2021, de 21 de diciembre), las ayudas del "Programa de incentivos ligados al autoconsumo y almacenamiento, con fuentes de energía renovable e implantación de sistemas térmicos renovables" (RD 477/2021) y las "Ayudas a las energías renovables térmicas en diferentes sectores de la economía" (RD 1124/2021).

Además, algunas diputaciones, como la DIBA, tienen abierto el Programa Sectorial Renovables 2030, que incluye la cofinanciación hasta el 90% de las instalaciones municipales (por ejemplo, piscinas, otros centros deportivos, etc.). En este caso, es el ayuntamiento quien debe dirigirse para solicitar la ayuda a la DIBA.

Por último, se compartió también la convocatoria de subvenciones para la modernización de instalaciones deportivas que acojan eventos deportivos internacionales impulsado por el Ministerio de Cultura y Deporte y el Consejo Superior de Deportes en el marco de los fondos Next Generation.